Maryam Mirzakhani: “La belleza de las matemáticas sólo se muestra a los seguidores más pacientes”28/8/2017 Geometría compleja, sistemas dinámicos, teoría ergódica, la geometría simpléctica e hiperbólica, la teoría de Teichmüller, palabras extrañas al lenguaje común, pero en las que la brillante matemática Maryam Mirzakhani mostró una audacia fuera de lo común.
Fue la primera en muchas cosas. La primera mujer en el equipo iraní de las Olimpiadas Internacionales de Matemáticas. En 1997 ganó una medalla de oro, al año siguiente dos y alcanzó la máxima puntuación. Se licenció en Ciencias en Matemáticas en la prestigiosa Sharif University of Technology de Irán. Su carrera por la recta numérica continuó en Estados Unidos, su primera parada: Harvard, donde obtuvo su doctorado. En 2004 se publicó su tesis doctoral, en la que resolvió dos intrincados problemas relacionados con la geometría hiperbólica, sobrecogiendo a los científicos de esta área de conocimiento. Debido a sus logros pasó por Princeton, el Instituto Clay y finalmente se asentó como catedrática en Stanford. Ella se definía a sí misma como una matemática "lenta", capaz de darle la vuelta a las investigaciones una y mil veces. Sus colegas reconocían que cuando todos se habían agotado, ella seguía perseverado. En 2009 ganó el Premio Blumenthal de la American Mathematical Society, y en 2013 el Ruth Lyttle Satter, Ese mismo año, su estudio conjunto sobre un problema referido a algo tan trivial como la trayectoria de las bolas de billar en una mesa poligonal revolucionó nuestro planeta. En sus manos, una cuestión que había torturado largo tiempo a los físicos, encontró nuevos caminos y hasta fue saludada como el inicio de una era. En 2014 recibió la Medalla Fields por sus avances en "las superficies de Riemann y los espacios de moduli". Sus contribuciones, según la Universidad de Stanford, abren puertas tanto al estudio de los números primos y la criptografía como a la resolución de las incógnitas que rodean el estudio de los orígenes del universo. Quienes la conocieron destacan la valentía de sus aproximaciones y su capacidad para juntar las más dispersas piezas de cualquier rompecabezas. Mirzakhani estudiaba las propiedades de los objetos, para lo que desarrollaba teoremas matemáticos que los describían y diferenciaban según sus formas geométricas. Superficies como la de una rosquilla o una esfera llamaban la atención de la matemática que estudiaba en múltiples dimensiones. Formaba clases de equivalencia con todos estos espacios. En su mente trabajaba de forma muy visual. Estaba también muy conectada con aspectos de la física teórica El 15 de julio de este año murió debido al cáncer de mama que padecía desde hace 4 años y aunque era una desconocida para el gran público, su trabajo ha dejado una huella indeleble en la ciencia.
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